«Se paró mi corazón, y en ese mismo instante me envolvió una masa de aire puro. La bruma en la que segundos antes estaba envuelta se disipó de repente y me sentí fresca (...)»
La muerte recorre todas y cada una de las páginas de este libro, una muerte visitada por caminos nada convencionales y que sin embargo no se hacen extraños para el lector.